Existen tres opciones diferentes de reciclaje
de agua en el hogar. Se pueden reciclar las aguas grises -provenientes
de lavabos y duchas, las aguas negras -provenientes de la cloaca y la cocina-,
y se puede aprovechar así mismo el agua de lluvia que cae sobre nuestro tejado.
La recuperación de aguas pluviales consiste en utilizar las cubiertas de
los edificios como captadores. De este modo, el agua se recoge mediante
canalones o sumideros en un tejado o una terraza, se conduce a través de
bajantes, para almacenarse finalmente en un depósito.Este depósito puede estar
enterrado en el jardín o situado en superficie, en un espacio de la
vivienda.Los consumos admisibles o autorizados con agua pluvial son usos donde
donde no se requiere agua potable: lavadora, cisterna del váter, lavado de
suelos, riego, etc. Lo más práctico, fácil y barato es derivarlo para riego; se
necesita un mínimo de infraestructura y se consigue, así mismo, un buen ahorro.
En muchos municipios ya existen normativas para el aprovechamiento, con motivo
de las recientes sequías y las perspectivas climatológicas a medio y largo
plazo.Es perfectamente utilizable para muchos usos domésticos en los que puede
sustituir al agua potable, como en lavadoras, lavavajillas, WC y riego, todo
ello con una instalación sencilla y rápidamente amortizable.